Los Caballeros del Fuego y la Espada son el brazo armado de la Iglesia. Ésta fundó la orden monástica del Fuego el Espada como una orden militar para resolver sus propios asuntos y su seguridad. Su dedicación es exclusiva para con la Iglesia y sus votos los de obediencia y castidad. Son implacables, duros de corazón y fieros hasta el fanatismo en la batalla. Son temidos y respetados a partes iguales por el pueblo dependiendo de su devoción, y mirados con cierto resquemor y desprecio por otras Órdenes de Caballería.
La Sagrada Orden del Fuego y la Espada ha roto en ocasiones las leyes tanto de Kendoria como del Imperio en su empeño de proteger la Fe. Sus miembros desdeñan las condenas mundanas, proclamando que solo su dios puede juzgarles. A pesar de todo, su fuerza puede ser terrible en batalla, motivo por el cual siempre han tenido un hueco entre los defensores de Kendoria y el respeto de otras órdenes y la nobleza.