El reino de los bárbaros, el páramo helado, el último reino en alzarse contra el Imperio de Zerika y ser derrotado, subyugado, y todos los líderes ejecutados.
Thalesia carece de rey, se trata más bien de un inmenso grupo de clanes o tribus con más o menos poder los unos sobre los otros, nómadas o asentados en territorios pertenecientes a Grandes Casas que dividen la totalidad de Thalesia. El gobierno de Thalesia emana del consejo de las Grandes Casas, donde los caudillos de estas representan al reino de manera unísona. Así lo quiso el Imperio, y así fue hasta su caída. Los clanes más jóvenes han perdido la fe en el Consejo, considerado un títere de los reinos más sureños, y han depositado su destino en manos de sus guías espirituales, chamanes y druidas, para aventurarse en incursiones e invasiones descoordinadas, salvajes y completamente impredecibles.
El páramo helado es un reino roto, incapaz de hablar, defenderse o atacar como uno solo; muchos piden llevar la guerra a Liara, el reino que les traicionó, otros piden enterrar el pasado y unificar el verdadero norte para acabar con sus enemigos del sur antes de que un nuevo “Imperio” tome el lugar del antiguo.
¿Quién podrá unir a los salvajes ahora que todos los héroes del pasado han caído?
Al principio sólo había tribus dispersas en el norte de Thalesia, allí donde casi no podían vivir los humanos, en las proximidades de un gran glaciar.
Entonces apareció Um y consiguió unir a las tribus para organizarse mejor para sobrevivir. Al unir las tribus fundó Nre, la Ciudad del origen.
Crecieron en prosperidad, pero antes de su muerte, Um se dio cuenta de que las condiciones eran extremas y que habría otros lugares donde vivir mejor, así que envió una expedición a cada uno de los 4 puntos cardinales… la del norte pereció, la del oeste volvió anunciando que habían visto tierras hasta el mar helado todas tan yermas como la que habían abandonado, la del este jamás volvió aunque consiguieron establecerse como los hijos de Caia, ahora parte de Liara, que era la hija de Um que lideraba la expedición. Sin embargo, la del sur trajo noticias de que al final del glaciar había un lago helado con unas temperaturas mejores. Así que, tras levantar una pequeña construcción que más tarde se convertiría en las Tumbas de Hielo y enterrar los cuerpos de todos los expedicionarios muertos, los que quisieron, descendieron hacia ese lugar.
Um no vivió lo suficiente como para conocerla jamás, pero allí, donde desembocaba el Glaciar de la vida en el Gran Lago se fundó Krestanilah.
Tras muchas generaciones viviendo prósperamente en paz, se decidió una nueva búsqueda. Esta vez hacia el este, sur y oeste. Hacia el este partió Turiel, quien esperaba un largo viaje, así que llevó caballos. Su escudo muestra un caballo y un arma. Hacia el sur partió Liara, una admiradora de todo lo natural y que fundó la casa druídica thalesiana. Su escudo tiene motivos florales. Hacia el oeste partió Tharkos siguiendo el Gran río. Él fue el primer thalesiano en ver el mar y tal impresión le causó que su escudo muestra un amanecer con estrellas aún en el firmamento con el mar ocultando parte del sol.
Sin embargo, el calor entibia la sangre y los que fueron aún más al sur, empezaron a batallar por territorio puesto que tan al sur la vida es abundante y la supervivencia no es suficiente como para no hastiar a los hombres. Así se formó el territorio de los Pequeños Clanes. Entre esta maraña de clanes independientes, apareció un bravo guerrero llamado Ofheim. Consiguió unir en poco tiempo a algunas tribus y formó un pequeño territorio bajo su control.
Hace algo más de 90 años, el poderoso Imperio de Zerika se fijó en las frías tierras del norte y pasó a la ofensiva. Thalesia decidió someterse ante el impresionante poder de la Emperatriz Zerika, cuyos enviados habían allanado mucho terreno en el campo político, más que en el de batalla, y as'i Thalesia decidió rendir pleitesia.
Algunas costumbres bárbaras se fueron poco a poco sustituyendo por otras similares a las de los reinos del Sur del Imperio. Se creó un Consejo de las Casas de Thalesia como órgano de gobierno, bajo la supervisión de un Caballero Imperial enviado por la mismísima Emperatriz Zerika. Así mismo las hostilidades contra la frontera kendoriana fueron disminuyendo hasta cesar por completo.
Sin embargo el espíritu de Thaelsia no tardó en surgir y, liderados por el autoproclamado Rey Ungerick, se levantaron en rebelión armada contra el Imperio, declarando la guerra contra Kendoria. Esta rebelión apenas duró un par de años, terminando en la escisión de Liara, incluyendo las casas de Caia y Turiel, del reino de Thalesia, así como la caída de Krestanilah en manos del Imperio y Liara.
Ahora que el Imperio y su influencia comiezan a dejar de sentirse, Thalesia se sacude de su derrota, los nuevos clanes reniegan del Consejo de las Grandes Casas y se refugian en el chamanismo. No son pocos los que claman por una reunificación de Thalesia y Liara así como no son pocos los que atacan las fronteras de Liara. Rumores sobre la caída de Krestanilah y el saqueo de las Tumbas de Hielo se entremezclan con aquellos que hablan sobre el asesinato de los señores de las Grandes Casas o el despertar de un terrible secreto enterrado en el hielo.
La antigua capital de Thalesia, situada a los pies del Glaciar de la Vida, sus altos muros de hielo y las grandes torres de granito, la convierten en una de las fortalezas más inexpugnables de los Reinos del Norte. Una sola vez ha sido conquistada a la fuerza, tras un asedio de varios meses, por parte del Ejército Imperial del Norte. Desde entonces, fuerzas Imperiales y de Liara han mantenido la guardia de la ciudad; sin embargo, esas fuerzas han sido abandonadas a su suerte y actualmente Krestanilah se encuentra en una difícil situación.
Cuando hay un juicio thalesiano, antes de conocer el veredicto, los acusados pueden acogerse a la ley que les permite exiliarse en este territorio. Una vez realizado el exilio, no pueden salir del territorio, siendo marcados a fuego con el símbolo de la culpabilidad. Si salen, son perseguidos y ejecutados con gran vergüenza para él y sus antepasados.
Cada vez que un héroe thalesiano fallece en combate, tal y como dicta la costumbre chamánica, sus restos y pertenencias son llevadas a las Tumbas de Hielo, en la ciudad de Nre, para ser protegidas para siempre por la Guardia Boreal, uno de los clanes más antiguos y reverenciados de toda Thalesia.
Antaño seis Grandes Casas se repartían el territorio de Thalesia, tres marcharon junto al Imperio contra aquellos que siguieron a Ungerick. Las grandes casas de Caia, Turiel y Liara forman ahora el reino de Liara, mientras que Thalesia está formada ahora por los territorios gobernados por las siguientes casas: